sábado, 7 de marzo de 2009
.no arte urbano.
En los ochentas era palpable la diferencia entre graffiti y arte contemporáneo (ya fueran montajes en espacios públicos o en galerías). La distinción más allá de la propuesta visual radicaba en una segmentación social. Cuando el graffiti cobra mayor fama, los yuppies empiezan a comprarlo. Además Basquiat: un grafitero incursionando en la plástica o un artista plástico incursionando en el graffiti, rompió algunos limites, así el graffiti fue a dar al interior de una galería. En la calle desaparecieron laminas con grafittis para después ser subastadas. Sin embargo una vez pasada la modita del graffiti éste cayó en el olvido oficial y volvió a la persecución policial (por cierto, cada vez más feroz). Así muchos dejaron el oficio de la lata o se inventaron recursos para rayar más rápido. Se implementó el stencil y cuanta cosa fuera funcionado. De este modo estrategias del diseño gráfico llegaron a la calle, dando a luz al arte urbano. Así se establece una distinción con el graph: el arte urbano adopta estrategias del arte contemporáneo o de donde pueda para seguir haciendo uso de la ciudad como lienzo. Las estrategias varían: desde la ilustración en calle, el stencil, mosaico, sticker, engrudo y papel, alambres, estambre, madera, cuanta cosa funcione. Sin embargo estos debieran ser recursos para establecer diálogos. La condición del arte urbano no es buscar un material y decorar la ciudad, no es poner un mosaico cercano a las galerías para ser descubierto por galeristas o empresas, no es pintar un local o hacer una línea de lencería. El arte urbano dialoga. El artista urbano VE la calle, y en una grieta hay una figura humana o en una alcantarilla una sonrisa y busca la estrategia para hacerla visible. Es un recurso de diálogo con el entorno. La idea no es que por usar aerosol o desarrollar un proyecto en la calle se haga arte urbano. La calle así se ha vuelto un spot para marcas, un portafolio para artistas. Así es más fuerte el tag sufro frente el trabajo de Sam Flores para una marca (y que se vende como arte urbano). Cuando ese trabajo se vuelve una serie de recuadros, canvas rígidos que no interactúan con el entorno, que no exploran el muro y no establecen diálogos, el arte urbano ha sido domesticado, nulificado. Se ha vuelto otra modita más. Así Shepard Farley o Fafi son simples muralistas o ilustradores viales, los cuales seguramente tienen un discurso desgastado gracias a su popularidad y a las exigencias de una u otra compañía.
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hoolaa, me llamo gaby soi de chihuahua i studio arte, estoi investigando acerca del arte urbano i me encontre con tu blog, es mui interesante, ademas de ke veo tienes muchas esposiciones,me fue de mucha ayuda gracias i nos veremos x aki pronto!
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